Y puede que tu sonrisa muestre la felicidad. Pero en el fondo sabes que eso no es verdad, que no es nada más que una simple mascara que impide a los demás conocer tu realidad. Y sabes que tu voz está harta de no ser escuchada y ansia gritar a los cuatro vientos, lo que en palabras no te atreves a contar. Tu alegría se esfuma por momentos, mientras que tú esperanza por segundos. ¿Como puedes ser tan libre y sentirte como en una jaula encerrada? ¿Como no te decides a relatar a los demás aquello que te atormenta como en estos textos escribes? Cada vez estas más confusa, las personas son las únicas culpables. Te impiden volar y seguir soñando,
te cortan tus alas porque ellos nunca tuvieron unas.
Lo único que sabes es que te alegras de ser tú misma, de no ser lo que otros desean que seas. Ser tú, es lo único que te ha salvado de las caídas y golpes que te ha dado esta vida. Sabes que aquel vacío que tienes por dentro en realidad pesa cada vez más y más. Seguir adelante, seguir, por ese camino, que aún no has elegido, pero por el cual te encantaría caminar toda la vida. Guardar palabras, guardar sentimientos, guardar secretos, te está pasando factura y cada vez te duele mas ese corazón que parece ser de cristal. Esperar y ver impaciente las agujas del reloj pasar, te está llegando a cansar. Olvídate del mundo, de todo lo que te rodea, no esperes algo que puede que quizás no vaya a llegar jamás.
Camina y no mires atrás y si miras,
que sea con una sonrisa, pero esta vez, de verdad.
Será un texto triste para algunos,
esperanzador para otros,
también se que unos pocos identificaréis.
Pero para mí, es una liberación más
que me ayuda a desahogar esa parte de mí,
que no se atreve a ser descubierta, por ningún mortal.
Sandra